Formación de palabras

En la lengua española, las palabras se pueden analizar en unidades más pequeñas llamadas morfemas. Un morfema es la unidad mínima de significado que se puede añadir a una palabra. Los morfemas se dividen principalmente en dos tipos: derivativos y flexivos. A continuación, explicamos en qué consiste cada tipo y cómo se usan.


Morfemas Derivativos

Los morfemas derivativos son aquellos que se añaden a una raíz o lexema para formar nuevas palabras o modificar el significado de la palabra original. Los morfemas derivativos cambian el significado básico de la palabra y, en muchos casos, pueden alterar también la categoría gramatical de la palabra, es decir, pasar de un sustantivo a un adjetivo, de un verbo a un sustantivo, etc.

Características de los morfemas derivativos:

  • Prefijos: Son morfemas que se colocan antes de la raíz de la palabra. Su función es modificar el significado de la palabra base, pero sin cambiar su categoría gramatical.
    • Ejemplos de prefijos:
      • in- (negación): inmortal (no mortal).
      • anti- (oposición): anticuerpo (cuerpo que combate algo, como un virus).
      • re- (repetición o vuelta a hacer algo): repetir (hacer algo de nuevo).
  • Sufijos: Son morfemas que se añaden después de la raíz. Pueden alterar el significado de la palabra y también modificar su categoría gramatical (es decir, pasar de un sustantivo a un adjetivo, de un verbo a un sustantivo, etc.).
    • Ejemplos de sufijos:
      • -oso/a (calidad o estado): hermoso (que tiene belleza).
      • -ción (sustantivo que indica acción o efecto): educación (acción de educar).
      • -al (relativo a): animal (relativo a los animales).

En resumen, los morfemas derivativos sirven para crear nuevas palabras y modificar su significado o categoría gramatical.


Morfemas Flexivos

Los morfemas flexivos no crean nuevas palabras, sino que modifican la forma de una palabra para dar información gramatical adicional. Estos morfemas no alteran el significado básico de la palabra, sino que indican aspectos como el género, el número, el tiempo verbal, la persona o el modo de la palabra.

Características de los morfemas flexivos:

  • De número: Indican si una palabra está en singular o plural.

    • Ejemplos:
      • -s en gatos (plural de "gato").
      • -es en libros (plural de "libro").
  • De género: Indican si una palabra es masculina o femenina.

    • Ejemplos:
      • -o en niño (masculino).
      • -a en niña (femenino).
  • De persona: Se usan en los verbos para indicar quién está realizando la acción (primera, segunda o tercera persona).

    • Ejemplos:
      • -amos en hablamos (primera persona plural).
      • -es en comas (segunda persona singular, modo subjuntivo).
  • De tiempo: Indican el tiempo verbal de la acción (pasado, presente, futuro).

    • Ejemplos:
      • -aba en hablaba (pretérito imperfecto).
      • en comí (pretérito perfecto simple).
  • De modo: Indican el modo verbal (indicativo, subjuntivo, imperativo).

    • Ejemplos:
      • -amos en cantemos (subjuntivo, primera persona plural).
      • -ía en comería (condicional).
  • De número y persona en verbos: En los verbos, los morfemas flexivos también combinan la persona y el número (singular o plural).

    • Ejemplos:
      • -o en hablo (primera persona singular, presente).
      • -mos en comemos (primera persona plural, presente).

Función de los morfemas flexivos:

  • Los morfemas flexivos no crean nuevas palabras, sino que modifican la palabra para aportar información adicional sobre su género, número, persona, tiempo y modo.
  • Se usan especialmente en los verbos para indicar quién realiza la acción y cuándo sucede.

Resumen:

  • Morfemas derivativos: Son aquellos que crean nuevas palabras y cambian su significado, categoría gramatical o ambas (por ejemplo, prefijos y sufijos).
  • Morfemas flexivos: Son aquellos que modifican la forma de una palabra para indicar información gramatical adicional (como género, número, tiempo verbal, persona o modo), pero no crean nuevas palabras.